La Ermita de San Jaime, situada en la Cañada del Fenollar, es un patrimonio histórico que ha sido testigo de siglos de tradición y fe en la región. Esta modesta edificación, cuya construcción data del siglo XVIII, ha sido durante años un punto de referencia espiritual y cultural para los vecinos de la Cañada del Fenollar, una pequeña pedanía al noroeste de Alicante.
A lo largo de su historia, la ermita ha servido como espacio para misas, celebraciones populares y actos religiosos, consolidando su importancia en la comunidad local. Sin embargo, en las últimos meses, la ermita ha caído en un preocupante estado de abandono, a raíz de una rotura en su instalación eléctrica que la ha dejado completamente a oscuras. Esta situación no solo afecta la funcionalidad del edificio, sino que también pone en peligro su conservación, ya que la falta de iluminación ha complicado las visitas y el mantenimiento adecuado del lugar.
El deterioro no ha pasado desapercibido entre los vecinos. Hoy, la Asociación de Vecinos de la Cañada del Fenollar ha presentado una reclamación oficial ante el Ayuntamiento de Alicante, exigiendo una reparación inmediata de las instalaciones eléctricas. Los vecinos subrayan que la falta de luz ha afectado a las celebraciones religiosas y a otros actos comunitarios que se organizan regularmente en la ermita. “No solo es un problema de luz; es una cuestión de respeto hacia nuestro patrimonio cultural y religioso”, ha declarado un portavoz de la asociación.
La ermita de San Jaime ha sido tradicionalmente mantenida con el esfuerzo de la comunidad local, que ha llevado a cabo diversas iniciativas para preservar su estructura y su entorno. Sin embargo, los recursos de la asociación vecinal son limitados, y ahora es el Ayuntamiento el que debe intervenir para reparar las deficiencias que afectan a esta histórica edificación.
El Ayuntamiento, hasta el momento, no ha emitido una respuesta oficial, pero los vecinos esperan que la reclamación presentada hoy acelere la intervención. “No podemos permitir que un lugar tan importante para nuestra comunidad siga deteriorándose por la falta de una reparación que debería ser inmediata”, añadió el portavoz.
La Ermita de San Jaime, más que un edificio, es un símbolo del arraigo y la historia de la Cañada del Fenollar. Su deterioro es una preocupación compartida por los residentes, que esperan que las autoridades municipales asuman su responsabilidad y devuelvan la luz —tanto literal como figurativa— a este emblemático lugar.