CEMEX intensifica su estrategia de confrontación y llama «hipócritas» a las víctimas y vecinos que denuncian su contaminación
Las asociaciones vecinales responden con contundencia y denuncian el intento de amedrentamiento de la empresa
Las asociaciones vecinales de La Cañada del Fenollar y Foncalent han recibido un comunicado del Comité de Empresa de CEMEX en el que, lejos de abordar la problemática ambiental y sanitaria generada por su actividad, la multinacional mexicana recurre a insultos y descalificaciones contra los vecinos y las víctimas de la contaminación que genera su planta en Alicante.
Ante esta actitud, las asociaciones han emitido una respuesta oficial contundente, que además será enviada a los medios de comunicación con el objetivo de que toda la ciudadanía conozca las prácticas de la empresa y de su comité.
“Este tipo de intentos de amedrentamiento y ataques a las víctimas puede que funcione en países con menor desarrollo democrático, como México, pero aquí, en España, un Estado de derecho y una de las principales democracias del mundo, no les va a servir de nada”, afirman desde la asociación vecinal.
Un problema de contaminación que afecta a toda la ciudad
Las denuncias contra CEMEX no solo provienen de los vecinos más cercanos a su actividad, sino que ya han alcanzado el ámbito institucional. Actualmente, la empresa enfrenta denuncias ante SEPRONA y la Fiscalía de Medio Ambiente, que investigan la legalidad de su actividad, especialmente en relación con la fabricación, almacenamiento y distribución de aditivos químicos en su planta de Alicante desde 2008, actividad que hasta ahora no ha sido justificada con la documentación requerida.
Asimismo, se está a la espera de un informe epidemiológico solicitado a la Conselleria de Sanidad, que podría confirmar los efectos nocivos de las emisiones de la cementera en la salud de la población.
Las asociaciones vecinales denuncian que, en lugar de aportar pruebas que acrediten la legalidad de su actividad, CEMEX ha optado por la estrategia del insulto y la descalificación, reforzada por el respaldo que recibe desde el Ayuntamiento de Alicante, bajo el gobierno de PP y VOX, que han evitado cualquier acción contra la multinacional.
CEMEX busca la regularización de su actividad
Uno de los temas que más preocupan a los vecinos es la intención de CEMEX de legalizar su actividad minera con la apertura de una nueva explotación del subsuelo en Alicante, además de buscar la regularización de su planta de aditivos químicos, cuya producción se mantiene bajo la sombra de la duda.
Desde las asociaciones vecinales reiteran su compromiso con la denuncia de estas irregularidades y exigen a las autoridades y medios de comunicación que den la relevancia necesaria a un problema de gran escala que afecta a la calidad de vida y salud de todos los alicantinos.
“Cada día están más desesperados y su comunicado es simplemente patético. Juzguen ustedes mismos”, concluyen los representantes vecinales.
VER O DESCARGAR Comunicado Comité de Empresa a Prensa CEMEX
Nuestra Respuesta:
Respuesta al Comité de Empresa de CEMEX en Alicante
Las asociaciones vecinales y afectados por la contaminación derivada de la actividad industrial de CEMEX en Alicante queremos responder al reciente comunicado emitido por el Comité de Empresa de CEMEX Alicante, en el que, lejos de asumir responsabilidades, la multinacional mexicana recurre a amenazas y descalificaciones hacia quienes denuncian los efectos perjudiciales de su actividad sobre la salud pública y el medio ambiente. Además, no ofrece ninguna respuesta jurídica que acredite la legalidad de la actividad química, lo que genera mayores dudas entre quienes pensamos que en la fábrica cementera (minería) se podría estar desarrollando presuntamente la fabricación, almacenaje y distribución de productos químicos sin el amparo de una licencia apropiada para ello.
Sobre la credibilidad de la información publicada
Si el Comité de Empresa de CEMEX considera que las informaciones publicadas sobre la contaminación que genera la planta son inciertas o carentes de credibilidad, les invitamos a presentar la documentación oficial que respalde su postura. Les pedimos que lo hagan a la mayor prontitud, pues tenemos urgencia en saber si toda la actividad de la empresa está respaldada por autorizaciones y licencias legales administrativas. Esta información puede hacerse pública o bien remitirse a la Guardia Civil – SEPRONA o a la Fiscalía de Medio Ambiente, con el fin de colaborar con la justicia y evitar ser cómplices de prácticas presuntamente ilegales que la multinacional pudiera estar llevando a cabo.
La transparencia y la rendición de cuentas son la única vía para disipar cualquier duda. Sin embargo, hasta la fecha, CEMEX no ha presentado pruebas que desmientan los datos oficiales sobre las emisiones contaminantes registradas, el impacto ambiental de su actividad ni la presunta ilegalidad de la fabricación de aditivos químicos que llevan realizando desde 2008. Esto nos llena de preocupación, intranquilidad, inquietud, desasosiego, ansiedad y angustia, especialmente desde que hemos recibido un informe de un ingeniero colegiado que indica:
“Se hace constar que la empresa CEMEX España Operaciones S.L.U. ha estado fabricando y comercializando aditivos químicos para el hormigón desde 2008 sin la correspondiente autorización para operar como una industria química, incumpliendo con la normativa vigente.”
Sobre el número de trabajadores y su uso en el debate público
En su comunicado, el Comité de Empresa hace referencia al número de trabajadores, y parece que se está manipulando esta cifra para crear una falsa percepción de impacto económico y social.
- Mientras que la dirección de CEMEX inicialmente informó de 500 empleados, en su nota el comité rebaja la cifra a 450, lo que ya genera dudas sobre la veracidad de los datos.
- No obstante, ambas cifras están infladas respecto a la realidad del número de empleados directos en la planta de Alicante, incluyendo las explotaciones mineras a cielo abierto, la fabricación de cemento y la presunta producción, almacenamiento y distribución de aditivos químicos.
Es inaceptable que se utilice el concepto de «familias» para tratar de justificar la permanencia de una actividad industrial altamente contaminante en un entorno donde, al parecer, se están documentando afectaciones graves a la salud de los vecinos.
Sobre la historia de la explotación minera y la manipulación de los hechos
El comunicado firmado como CEMEX España Operaciones SLU intenta falsificar la realidad al afirmar que la explotación minera comenzó en las primeras décadas del siglo XX, asegurando que la empresa lleva más de 100 años de actividad minera. (Desconocemos si esa explotación minera a la que se refiere desde las primeras décadas del siglo XX está referida a explotaciones en suelo mexicano o en otros lugares distintos a nuestro término municipal. Ustedes no lo indican).
Por lo que se refiere a la comarca de L’Alacantí, esta afirmación es rotundamente falsa. Los registros oficiales demuestran que CEMEX adquirió Valenciana de Cementos en 1992, es decir, hace poco más de 30 años, muy lejos del siglo de historia que pretenden adjudicarse.
Es importante recordar que la legislación y el conocimiento sobre el impacto ambiental han evolucionado drásticamente en las últimas décadas. Lo que pudo ser aceptable en el siglo pasado, y más a principios del siglo XX, por suerte, ya no lo es en 2025. Las normativas ambientales han cambiado, y una industria altamente contaminante como CEMEX debe adaptarse o, en su defecto, trasladarse a zonas alejadas de los núcleos urbanos. Ese es el verdadero progreso.
Sobre el egoísmo corporativo y la falta de empatía con los afectados
El Comité de Empresa de CEMEX demuestra una total falta de empatía al priorizar, al menos esa es la apariencia de lo transmitido (perdónenos el error si así no fuera), exclusivamente los intereses económicos de la mercantil sobre los de sus trabajadores y sobre la salud y bienestar de miles de vecinos que deben soportar:
- Polvo en suspensión que deteriora sus viviendas y propiedades.
- Emisiones tóxicas sin controles efectivos que pueden suponer un riesgo para la salud.
El sindicalismo tiene el deber de representar los intereses de los trabajadores, pero también debe velar por la salud y seguridad de quienes conviven con la actividad industrial. No se puede reducir el debate a la protección de un «trabajo de mala calidad» en una de las industrias más contaminantes del mundo. Esperemos que no se quiera socializar el daño entre todos los afectados, pues de ser así sería gravísimo.
Sobre el impacto económico y el precedente de San Vicente del Raspeig
CEMEX ha tratado de presentar sus fábricas como un motor económico, pero la realidad es muy diferente:
- La planta de San Vicente del Raspeig fue cerrada por la presión de la Universidad de Alicante y los vecinos, quienes denunciaron numerosos casos de enfermedades relacionadas con la contaminación. Y el resultado está a la vista. CEMEX, por lo visto, se desentiende de la retirada de los materiales abandonados de su factoría, de la limpieza y desinfección de la zona, y de la regeneración del espacio. Es escandalosa la situación en que se encuentra lo que fue la cinta transportadora de material desde una fábrica a la otra, y es especialmente sorprendente el desprecio por el peligro que todo ello supone para los ciudadanos que, por acción u omisión, se internaran en el interior de la fábrica abandonada.
- CEMEX nunca realizó un estudio epidemiológico que confirmara o desmintiera estas denuncias, demostrando una total falta de responsabilidad y transparencia, al menos no nos consta. Estamos pendientes de que el Comité de Empresa nos lo haga llegar, en caso de existir, para sentirnos seguros.
- Lo mismo podría ocurrir con la planta de Foncalent, cuya huella de contaminación está cada vez más documentada.
Sobre la irresponsabilidad de afirmar que «nunca se han detectado enfermedades relacionadas con la actividad»
El Comité de Empresa afirma en su comunicado que «más de cuatro generaciones han trabajado en la empresa y jamás se han detectado enfermedades relacionadas con la actividad industrial». Lo cual es de récord; es extraordinario. De ser cierto, estaríamos ante una situación novedosa en el mundo entero. Cuatro generaciones suponen 100 años de actividad sin un solo enfermo. Si consiguen demostrarlo, vamos a interesar que se otorgue el premio Nobel de Química a la fábrica CEMEX, pues, desde luego, el caso será estudiado en todas las facultades de geología, química y derecho. Según el Comité de Empresa, y a la vista está por lo manifestado por ellos, el Derecho de Prevención de Riesgos Laborales en la industria de la minería y la química se ha concebido en las fábricas de CEMEX de Alicante.
Esta afirmación es sumamente grave, es tan exagerada que ruboriza su mera lectura y deberá ser explicada ante las autoridades sanitarias y judiciales y, sobre todo, ante la opinión pública. Es una falta de respeto hacia los afectados y sus familias, quienes han documentado casos de cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares que podrían estar directamente relacionadas con las emisiones contaminantes de la fábrica.
Negar rotundamente estos casos, sin estudios médicos serios y un estudio de epidemiología y prevalencia que lo respalden, es una irresponsabilidad que podría acarrear consecuencias legales.
Llamado a la responsabilidad del Comité de Empresa
Instamos al Comité de Empresa de CEMEX, así como a su Comité de Seguridad y Salud y al Comité de Medio Ambiente, a que representen verdaderamente los derechos de los trabajadores y no actúen como meros defensores de los intereses de la empresa. Porque según se desprende del comunicado, parece que la empresa está optando por un reparto de responsabilidades entre los integrantes de los comités con competencia para ello, lo cual, de ser cierto, es sumamente grave. Extraña la interesada descripción de los comités que, con competencias en la materia, ha instituido la sociedad en la fábrica.
CEMEX es una de las industrias más contaminantes del mundo, y sus emisiones están registradas en los portales oficiales de contaminación. Ignorar esta realidad solo perpetúa un modelo de impunidad y daño ambiental.
Lejos de insultar y descalificar a las víctimas y a los vecinos, el Comité debería colaborar con la justicia y las autoridades sanitarias. Proteger la salud pública es una obligación de cualquier organismo sindical que verdaderamente represente a los trabajadores y sus familias.
No nos preocupa que se nos insulte, no nos sentimos constreñidos ni indignados por los insultos recibidos. Lo que nos indigna es que, en lugar de insultarnos, no se nos muestren los informes que acreditan que no ha existido nunca, en cuatro generaciones de trabajadores (aproximadamente 100 años), ningún enfermo por dolencias relacionadas con la actividad que acomete la empresa desde entonces. También nos indigna que no se muestren las licencias de producción, almacenamiento y distribución de productos químicos (aditivos) desde antes de 2008. Además, nos indigna que no se muestre la póliza, aval o seguro que debe atender los siniestros derivados de la responsabilidad medioambiental que exige la ley, tanto para la producción minera como para la química. Y lo que más nos indigna es que los insultos que nos refieren pretendan, al menos así lo parece, enmascarar la ausencia de todos estos documentos necesarios y exigibles.
Nos extraña igualmente que, en un escrito relacionado con la producción y el medio ambiente en relación con CEMEX, se hable por el Comité de lo que se construye por asentamientos ilegales en zonas inundables. ¿Es que CEMEX o sus comités de empresa tienen información relacionada con esos hechos y no los han puesto en conocimiento de las autoridades? Si no lo han hecho, ¿pretenden ocultar estas conductas ilícitas? ¿Por qué?
Desde las asociaciones de vecinos invitamos al Comité de Empresa de CEMEX a que nos ayude a identificar los asentamientos ilegales en zonas inundables, para que podamos denunciarlos. Es un comienzo para las buenas relaciones entre el Comité y las asociaciones vecinales. ¡Adelante con esas identificaciones!
Conclusión
Rechazamos cualquier intento de CEMEX y su Comité de Empresa de manipular la realidad, negar la contaminación y descalificar a quienes sufren sus consecuencias.
- La contaminación es real.
- Las enfermedades vinculadas a la actividad industrial deben ser investigadas.
- La transparencia y la justicia deben prevalecer sobre los intereses empresariales.
No aceptaremos que las víctimas sean tratadas como hipócritas, mientras quienes defienden la contaminación continúan lucrándose de la presunta destrucción del medioambiente y de la salud de miles de personas.
Si CEMEX y su Comité de Empresa realmente creen en la legalidad y en su responsabilidad social, les invitamos a presentar pruebas verificables y a colaborar con las autoridades para esclarecer la verdad. En ese caso, estaremos encantados de reconocer que nos hemos equivocado, ofrecer las disculpas que merezca la mercantil, retirar todas las denuncias y darnos golpes de pecho gritando a los cuatro vientos que no lo volveremos a hacer y que, por favor, nos perdonen el atrevimiento.
Hasta entonces, seguiremos exigiendo responsabilidad, transparencia y justicia.
Un saludo,
Asociación de Vecinos la Cañada del Fenollar
AVV Benvinguts de Foncalent